El placer invisible que probablemente arruinará tu vida...Parte 1
No existe nada que arruine más vidas que la persecución de este placer. Sin embargo, casi nadie habla de él, casi nadie sabe que lo persigue.
Placeres como las drogas, la gula o el sexo desenfrenado pueden arruinar tu vida, pero probablemente ya estás consciente de esto. Ya sabes que la obesidad causa problemas de salud y conoces los riesgos de las drogas y del sexo sin protección. Al menos estás atento y haces cosas para mitigar estos riesgos.
El placer del que te quiero hablar es invisible para la mayoría, pero no existe ningún placer que arruine tantas vidas. Incluso si eres una persona disciplinada e inteligente puedes sucumbir ante este placer porque ni siquiera te das cuenta cuando lo estás persiguiendo, esto es lo que lo hace tan peligroso. Este placer es el de jugar el juego del estatus.
El estatus es tu posición jerárquica. Es cuando piensas “soy mejor que Juan”, “Pedro es más importante que yo” o “Tengo más dinero que Andrés”. Es cuando comparas como te va en la vida con como les va a los demás. Si te va mejor que a otros sentirás placer y si te va peor sufrirás. El estatus es subjetivo, no le importa si te va bien, si te va mejor que antes o si tienes todo lo que necesitas. Le importa solamente tu posición con respecto a otros, sea esta posición real o imaginaria.
Al ser subjetivo, se puede manipular lo que hay en la mente de las personas para mejorar tu estatus. Por ejemplo, para estar arriba en la jerarquía del dinero, no necesitas tener más dinero que los demás. Solo necesitas que los otros crean que tienes más dinero que ellos. Aquí es donde empeora el problema. Empiezas a hacer cosas contraproducentes para subir falsamente la jerarquía.
Mientras más te importa lo que los otros piensen más te afectarán los altibajos de tu estatus, más tiempo te pasarás persiguiendo el tope de la jerarquía y más ignorarás lo que de verdad importa. Veamos el juego del estatus más común:
Estatus económico
Conoces cientos de casos, probablemente te afecta o te ha afectado en el pasado. ¿Cuántos piden prestado para comprar un carro que impresione a otros en vez del carro que necesitan? ¿Cuántos hacen un sacrificio demasiado fuerte por un celular, ropa de marca o unas fotos París? ¿Cuántos tienen trabajos que odian por mantener un estilo de vida que no los hace felices, pero causa envidia en sus pares?
Quiero hacer una aclaración. No tiene nada de malo que gastes o te esfuerces por un carro caro o unas vacaciones de lujo, siempre y cuando el carro te guste a TI y las vacaciones te interesen a TI. El problema es cuando haces todas estas cosas pensando en lo que sentirás cuando terceros las vean. El problema es cuando dejas que ese pequeño placer de ser envidiado o sentirte mejor que otros te impulse a actuar. El problema es cuando lo haces por estatus.
El estatus puede transformarse en una jaula. No importa que tan bien te vaya en la vida, la jaula puede ser de hierro, pero también puede ser de oro. Es más, diría que las personas que les va mejor se dejan atrapar en una jaula más pequeña. Las personas con dinero y obsesionadas con el estatus no pueden escoger la zona en donde viven, el colegio al que mandan a sus hijos o ni siquiera sus opiniones. Todos sus comportamientos deben ser aceptables en su entorno. Siempre están compitiendo con otros y si esto implica esclavizase en un trabajo horrible y endeudarse que así sea.
Los que la pasan peor son los que quieren aparentar un nivel económico superior al que tienen. Estas personas sufren un estrés constante para mantener la mentira. Mientras otros en su entorno pueden pagar el nivel de vida tranquilamente, ellos deben vivir ahogados, ahorrando en las cosas que de verdad les importan para poder gastar en las que los otros notan.
Existe la idea errónea de que si te juntas con ganadores serás un ganador. Esto es falso, no sabes a quien le va bien en verdad, muchos pueden estar fingiendo, viviendo vidas insostenibles y horribles sin que te des cuenta. El refrán ya te lo advierte “más vale ser cabeza de ratón que cola de león”, pero más que eso, lo que más vale es que vivas tu vida para ti y no estes pensando que parte del cuerpo de que animal eres.
En vez de jugar el juego del estatus probablemente te vaya mejor fingiendo un menor nivel económico del que en verdad tienes. Compra solo lo que te gusta a ti, vive donde tú quieras vivir sin pensar en los que otros dirán, elige el colegio porque tú lo consideras efectivo, etc.
No jugar el juego del estatus no significa ser un inadaptado social. Por ejemplo, si vas a una entrevista de trabajo debes dar confianza con tu atuendo. ¿Qué tiene que ver la ropa que utilizas con tu nivel de competencia? Nada, pero el mundo es así. Esto no es jugar el juego del estatus es utilizar elementos del estatus para conseguir algo concreto y útil en vez de utilizarlos para sentir placer. Debes ser consciente de como te ven los demás, pero que no te importe cuando no debe importar.
Debes tomar una decisión ¿Quieres tener dinero o aparentar que tienes dinero? A la larga no puedes tener las dos, es imposible. Son literalmente todo lo contrario. Para tener dinero debes ahorrarlo e invertirlo. Para aparentar que tienes dinero debes gastarlo en cosas que otros puedan ver, mientras más inútiles y caras estas cosas más subes en la jerarquía pues se supone que solo alguien al que le sobra el dinero lo usa de esta manera.
Nadie va a ver tu cuenta del banco o tu portafolio de inversiones. Nadie ve el colchón de tu cama, ni cuanto gastas en comida sana. Todas estas cosas son solo para ti. Para tu paz mental, salud, tiempo y libertad. Perseguir estas cosas invisibles en finanzas es jugar el juego del bienestar.
Tal vez has escuchado el concepto de independencia financiera. Básicamente es conseguir ingresos que cubran todo lo que necesitas sin la necesidad de trabajar. La independencia financiera es difícil de conseguir, lo más probable es que no la consigas nunca, pero esto no significa que no valga la pena intentarlo.
Es más libre una persona con 5 mil dólares en el banco que una que no tiene nada o está endeudada. La primera no tiene que tragarse una humillación de un jefe o hacer algo en contra de sus principios para sobrevivir. Puede decir que no y tiene algo de tiempo para buscar otra fuente de ingresos.
Existen muchas formas de que te ganes la vida y no me voy a meter en eso. Solo quiero convencerte de que uses cualquier ingreso que tengas para jugar el juego del bienestar y no el del estatus. Para jugar el juego del bienestar debes hacer 3 cosas: No gastar nunca más en impresionar a otros por placer, ahorrar e invertir.
El juego del estatus también existe en otras áreas de tu vida donde es más invisible todavía, pero de eso ya hablaré el lunes que viene, suscríbete si no quiere perdértelo.